Pedí a mis Escritoras Peligrosas que esta semana escribieran un hechizo/invocación/oración/bendición en clave poética para compartir en la última clase del año. Aprovechando un precioso día de sol en Madrid me he acercado a mi trocito de río Manzanares con un sándwich, a tomar vitamina D y a componer mi plegaria poética.
Toca sanar una herida creativa y estas palabras mágicas para poner el lazo a 2022 contribuirán a ello seguro.
La calidez sobre la cara, el sosiego de la hora de la comida, el graznido de las gaviotas sombrías y las voces de la gente que pasa por la ribera me dan sensación de verano y de playa, aunque nada quede más lejos del diciembre de mi ciudad.
Cita con mi escritora
