Sano porque escribo y escribo porque sano.
Mi nuevo proyecto de escritura, al que dejo ser y convertirse en lo que necesite, me está enseñando que una no sana solo en el presente. También sanamos hacia atrás, por todas esas que fuimos y por otras que no pudieron. Y por supuesto, hacia delante, con vistas al futuro, para dejar este legado que son nuestras historias, nuestras vidas que no se quedaron sin contar.
Sanar es un círculo.
Escribir es soñar lo que nos sueña.
Escribir es hacer arte probándolo todo, atreviéndose a todo, logrando belleza y a veces fracasando, pero fracasando también hacia delante.
Escribir es mirar hacia arriba, como todo lo que tiene que ver con el amor.
Escribir y sanar
